Aromático hojaldre y crema chantilly con centro y decoración de frutos del bosque frescos.
Esta tarta nace para celebrar un recuerdo muy especial. Reconozco que he modificado un poco la receta original que encontré de mi padre, ¡pero fue por una buena causa! Para el encuentro anual de la familia, nos vemos en los Apeninos y se hizo una competición para ver quién recogía más frutas del bosque. Siempre gano yo... ¡No porque encuentre más que nadie, sino porque me las como todas!